Por: Alejandro Borja
Chihuahua, Chih., a 28 de julio del 2023.- Desde los primeros días que inició el fenómeno de la Xochitlmanía, empece a leer o a escuchar en diversos medios de difusión la frase de que “Andrés Manuel esta temeroso”; antes y ahora me pareció una tremenda exageración. Sin embargo, desde ayer tengo la convicción de que el presidente se encuentra preocupado, no por lo que hoy significa Gálvez Ruiz, sino por lo que potencialmente puede llegar a ser.
La arremetida para desprestigiarla en sus escasos medios afines es descarada, muy abierta y llena de medias verdades, que como siempre terminan siendo mentiras completas. Continúan con su campaña de negar su historia de vida; en la narrativa de los medios de comunicación afines a AMLO, es cotidiano el negar su condición de indígena, que es una elección de ella, como lo dijo desde un principio, cuando llegó al escenario de la sucesión presidencial de manera disruptiva y sorprendió en los ámbitos políticos.
Ella habla de su padre otomí y su madre mestiza y reivindicar su parte indígena, fue su elección, siempre lo dijo, incluso antes de decidir si dejaba sus aspiraciones al gobierno de la Ciudad de México, una apuesta más o menos segura, o optar por la incierta aventura de llegar a la presidencia de la República.
Gálvez Ruiz habla de que en su pueblo de niña vendió gelatinas y se burlan, porque dicen que como es que refrigeraba 600 gelatinas y como siendo una niña las cargaba, en fin es ocioso enumerar los esfuerzos que se realizan desde los sectores oficialistas, para destruir la narrativa de Xóchitl; es su historia de vida, absolutamente documentada y comprobable, la que quieren destruir, porque es precisamente esa historia de vida, la que ha despertado el entusiasmo en los sectores del antiamlismo, la ciudadanía que no se identifica con el PRIAM, no encontraban a la persona que los representara en su posición política de opositores a López Obrador, pero sin militancia ni simpatías partidistas. Hasta que llegó Xóchitl.
Está medida la base electoral de MORENA, se cree que su piso es de 15 millones; pero no está medido el antiamlismo. La lucha electoral del 2024 no es entre partidos o coaliciones; es tan profunda la polarización creada diariamente desde el atril de las Mañaneras, que es una lucha entre los simpatizantes de Andrés Manuel y los que no lo tragan.
Xóchitl es peligrosa porque no es fifi, no es conservadora, racialmente se parece más a Benito Juárez, que el propio Andrés Manuel, es aspiracionista y exitosa, es de la clase media… Por cierto Benito Juárez en su discurso cuando asumió la presidencia de la República en forma provisional a la salida de Ignacio Comonfort, dijo que “la gran labor que le esperaba al gobierno era crear clases medias”, lo dijo en diciembre de 1857.
AMLO no esta temeroso, esta preocupado y no quiere ningún riesgo en sus planes de sucesión; por lo anterior la andanada contra Xóchitl apenas empieza, ya veremos si pasa la prueba y su resistencia.
La ciudad posible
Esta semana leí en un chat sobre los graves problemas urbanísticos y de planeación de Ciudad Juárez, se hablaba de la ciudad posible; los juarenses ya tuvieron esa ciudad y sólo debían haber continuado con el modelo, esa ciudad posible fue el PRONAF, destruido por Federico Barrio, Pancho Barrio y Eduardo Romero Ramos, entre otros.
La ciudad se extendió en forma desordenada hacia el suroriente de la mancha urbana porque así lo planearon en Consultores en Planeación (COMPLAN); firma de la que eran socios Manuel Quevedo, Jaime Bermúdez, César Verdes y Federico Barrio Terrazas; por supuesto también eran los dueños de los terrenos para donde mandaron el crecimiento de la ciudad. La empresa de consultoría era dirigido por Pancho Barrio.
Es la terca memoria, pero saber lo que pasó es útil para entender el presente.
¡Que forma de agradecer! Barrio fue alcalde de Juárez y gobernador de Chihuahua y mientras la ciudad es una lastima, el disfruta del retiro dorado generado en la gubernatura.
Con la ayuda de su hermano Federico y Eduardo Romero, trató de disimular su nueva condición de millonario con la farsa de vender la empresa APRONSA; dos millones de dólares pagaron unos fantasmales canadienses…imaginen la cantidad de escobas y detergente que había en esa bodega, para que los despistados canadienses pagaran dos millones de dólares.